EL DOLOR DE OÍDO, LOS MAREOS Y LA RELACIÓN CON LA DISFUNCIÓN TEMPOROMANDIBULAR.


Desde los años 30 del siglo pasado, cuando James Costen vinculó a los síntomas otológicos - es decir, los síntomas relacionados con audífonos- con problemas de la ATM, se han hecho estudios tratando de probar este enlace. 
Existe una correlación significativa con síntomas como tinnitus, dolor de oído, la plenitud del oído, pérdida de audición y vértigo. Aunque varios estudios epidemiológicos han demostrado la conexión entre el DTM y estos síntomas otológicos, incluyendo una gran reducción de la sintomatología después del tratamiento de la artropatía de la ATM.
Sin embargo, el tema sigue siendo tan controvertido como investigado.
Varias hipótesis han surgido en la literatura científica para explicar esta relación entre los problemas de ATM y los síntomas otológicos. 
Una hipótesis muy aceptada, fundamenta el caso en la falta de armonía de los músculos masticatorios.
Cuando la posición de la mandíbula está mal, los músculos de la masticación y los posturales asociados tienen que compensar esta posición incorrecta, pudiendo así entrar en espasmo. 
Estos espasmos pueden generar contracciones involuntarias del músculo tensor del tímpano (que constriñe la membrana timpánica) y también el músculo tensor del velo del paladar que controla la apertura de la trompa de Eustaquio (conectando el oído medio a la parte posterior de la nariz), el cual permite igualar la presión dentro de la oreja con la presión externa y también sirve como un drenaje. 
Se sabe que la disfunción de la trompa de Eustaquio conduce a la plenitud del oído, mareos y pérdida de la audición.
Hay otras hipótesis que pueden actuar juntas o por separado. Irritación directa del nervio auriculotemporal por la compresión del cóndilo (cóndilo) para el posicionamiento retro dentro de la articulación.
La posibilidad de transmisión de potencia mecánica desde el ATM al oído medio por el disco ligamento maléolo (discutida por muchos investigadores).
Aunque controvertido, varios estudios demostraron que la mayoría de los pacientes con problemas de la ATM reportaron síntomas otológicos y la mayoría de ellos, después del tratamiento de su artropatía resolvieron estos síntomas o bien los disminuyeron.
-¿Qué hacer cuando el síntoma de mareo / vértigo está presente?
Si un paciente siente mareos, al primer profesional al que debe acudir es el otorrinolaringólogo. 
Sin embargo, si no es detectada la causa de los mismos y además se asocian con otros síntomas como dolores de cabeza, crepitantes en ATM, dolores musculares y cansancio en la cara, es necesario realizar una cuidadosa investigación de su ATM para comprobar si hay o no alguna artropatía que afecta a la articulación.- 

PLACA OCLUSAL PARA EL DIAGNÓSTICO DE LA DTM.

. Diagnóstico de la DTM (Disfunción temporomandibular)
Muchos de mis alumnos y yo, hemos recibido pacientes derivados del campo de la medicina con una solicitud informal:
"Pregúntele al especialista por una férula oclusal para el diagnóstico de DTM."
Analizando estas solicitudes revisaba las  similitudes entre estos pacientes.
Todos, habían comenzado tratamiento por síntomas de dolor de cabeza y dolor orofacial con diversos profesionales y sin grandes mejoras.
Luego, buscaron otros profesionales que luego los reenvíaban a un dentista para simplemente "utilizar una  férula oclusal para el diagnóstico de DTM."
Entonces llegué a algunas conclusiones:
Si es bien conocido que estos síntomas pueden ser causados ​​por problemas en las ATM con síntomas tales como dolores de cabeza, dolor orofacial, dolores de oído y dolores en el cuello, muchos profesionales en campos afines e incluso dentistas, están desactualizados en relación al diagnóstico de las  enfermedades de la articulación temporomandibular.
-¿Por qué se sabe tan poco de los problemas de la ATM?
No es una respuesta simple o individual.
Los trastornos generados por los cambios en la ATM suelen ser lentamente progresivos y la gente no se da cuenta de ello, razón que provoca dificultad en el diagnóstico.
Es así, que los pacientes sufren de muchos de los síntomas de dolor y molestias al parecer no relacionados y pueden controlar los síntomas a través de adaptaciones constantes y  automedicación.
El problema sólo se produce cuando su capacidad de adaptación al dolor se agota, entonces la gente recién busca tratamiento.
-¿Y qué es una Disfunción temporomandibular de diagnóstico?
En los años 1970 y 80, se servian de las  férulas oclusales entre los arcos dentales como un diagnóstico y solución de la siguiente manera: ponga una placa de acrílico entre los arcos dentales en pacientes con signos y síntomas similares a un DTM (disfunción temporomandibular) y, si el dolor se calma, fué por una DTM, si no, el problema es diferente.
Fué la oportunidad para golpear a estos diagnósticos, ya que el cambio en la posición de la mandíbula realizados hasta lo gnatológico (mecánica),   no siempre mejoran la posición de la ATM y lo muscular.
Entonces había que resolver dos problemas:
Si el dolor no mejora con la férula oclusal no significa necesariamente que el paciente no tiene una DTM (la férula sola no puede producir las respuestas neurofisiológicas necesarias) y aliviar el dolor,
Se concluyó entonces, que probablemente tenía que ver con una DTM.
El dentista, no puede basar su diagnóstico sólo en los síntomas de dolor. 
En la actualidad, los diferentes tipos de férulas oclusales no son tan útiles en el proceso de diagnóstico en términos de trastorno de las ATM aunque son los más utilizados como ayuda en el tratamiento.
-¿Cómo sería un adecuado diagnóstico de las enfermedades de la ATM?.
El diagnóstico actual va mucho más allá del conjunto; cabe la precisión de identificar qué tipo de enfermedad de las articulaciones está presente.
Esto debe basarse no sólo en los síntomas y antecedentes clínicos, sino también en datos medibles, tales como imágenes, laboratorio, pruebas neurológicas y funcionales, entre otros. 
Como decía Bernard Jankelson: "Si se puede medir algo, eso es un hecho, por lo demás es sólo una opinión."
En el diagnóstico y el pronóstico también se deben determinar las causa- agentes.
Si la causa es difícil de tratar (una enfermedad autoinmune agresiva, por ejemplo) el resultado es menos favorable.
El hecho de que la disminución del dolor desaparezca, no significa que se restablezca el equilibrio neurofisiológico a la mandíbula y las ATM.
Hay personas que tienen cáncer y durante mucho tiempo no sienten dolor. 
Es con ese ejemplo donde nos damos cuenta de que el dolor no se puede utilizar como único criterio para el diagnóstico de las enfermedades.
Los pacientes con dolor crónico a veces tardan años en buscar tratamiento porque se adaptaron al dolor (el dolor que a menudo fluctúa en ubicación e intensidad) sin sentirse realmente bien,  sólo buscan un profesional calificado cuando ya no pueden vivir con estos dolores.
En cuanto a las ATM, recuerde que su dolor crónico puede ser resuelto. Usted merece tener una mejor calidad de vida. Tome en sus manos su vida y vívala sin dolor.



EL RIESGO DE LAS CIRUGIAS MAXILOFACIALES COMO TRATAMIENTO PARA LAS ATM.

Mucho se ha hablado en la evidencia científica y  líneas de tratamiento en casos complejos de ATM, y también sabemos que todo debe converger en el bienestar del paciente.
En casos complejos, hay que dejar el "estándar", se debe utilizar un método observacional, clasificar y comparar con los demás.
Un tema muy interesante a destacar es que la experiencia profesional y los límites del conocimiento científico en temas de ATM se ponen a prueba de manera constante.
Debemos recordar  siempre que está en juego, la salud y el bienestar de una persona objetivo esencial a tener muy en cuenta para definir el diagnóstico y tratamiento dado al paciente.
Por ejemplo, en una Paciente de Sexo femenino, de 30 años, de profesión profesional, se presentó en el consultorio con dolor extremo (EVA = 10) que continuó durante todo el día 
Expresaba que sentía dolor:
"Desde el momento en que me despierto hasta que me voy a dormir" [sic].
Se le indicó cirugía ortognática (maxilar, mandíbula y mentón) combinada con artroscopia, cuyas complicaciones llevaron a la reintervención quirúrgica del paciente.
(Operada dos veces).
Posteriormente se hizo uso de botox, fisioterapia con ejercicios diversos y férula oclusal.
Todo, sin éxito.
Los informes decían que tenía dolor antes de la cirugía y que recibió un ajuste  tratado con placas sin resultados. 
La paciente desconocía que sufría de bruxismo y ello, no fue capturado en las cuatro polisomnografías.
Luego de ello, en el consultorio, se tuvo una entrevista con la paciente, realizándole un registro de mandíbula, además de indicarle diagnósticos por imágenes y RM (resonancia magnética) para identificar la localización del dolor:en toda la longitud de la cara bilateralmente, identificando que actuaba en el  masetero, la rama mandibular, el contorno de la mandíbula y la barbilla, región paranasales, con parestesias y alodinia en el segmento entre el foramen mental y el labio a causa de un bruxismo nocturno extremo.
Total incapacidad para masticar por el dolor.
Posteriormente se le diseñó un tratamiento específico, lo cual le calmó todo el dolor y mejoró, pero debido a las dos cirugías no pudo curarse.
Al respecto, es muy importante entonces, en la consulta, entablar una entrevista con el paciente profunda, realizar todas las observaciones necesarias e indicarle estudios y análisis clínicos para diagnosticar con precisión la dolencia.
Las cirugías sólo deben recetarse en casos extremos, por sus efectos irreversibles.
El tratamiento que desarrollé conlleva una filosofía de trabajo para el profesional de absoluto compromiso con la dolencia del paciente.
Cada tratamiento es único porque las patologías de la Articulación temporomandibular difiere en cada paciente.
Sin lugar a dudas, este compromiso y la relación médica estrecha que se establece entre el paciente y profesional, permite un diagnóstico preciso, un tratamiento específico para cada paciente que brinda como resultado, la cura por métodos no invasivos.