A veces resulta increíble que aún cuando las momias egipcias tenian problemas de ATM, y
hasta los Patagones en tiempos Precolombinos presentaban la disfunción, todavía no se le da la importancia que tiene y no se atiende como un verdadero problema de la
sociedad moderna que afecta entre un 40 y 50% de la población general.
Por ello, mi deseo va para todos aquellos que en este 2018 acuden
a mis páginas buscando solución a ese dolor desconcertante que provoca la patología de la ATM.
Sepan que es más común de lo imaginado y no se desesperen, existe la
salida. Aquí estoy para ayudarlos con todo el compromiso y vocación que tengo, puesto en mi especialidad.
Por un 2018 sin dolor!