Algunos pacientes me preguntan: "¿Dr. Por qué tengo que realizar estudios en los lugares que me indica su secretaria y no puedo elegirlos?".-
Estos pacientes se refieren a tres organizaciones en particular que suelo derivar en algunos casos, porque no todos son iguales.
TCBA. Prestigioso centro de diagnóstico de Argentina.
CEMIC. Destacada organización de Educación Médica e Investigaciones Clínicas.
FLENI La más reconocida Institución de Investigaciones Neurológicas.
Primero cabe aclararle al lector que las patologías de la ATM, son difíciles de diagnosticar al no tener una causa definida.
También se presenta la particularidad de imitar enfermedades o para que me comprenda mejor, provocan efectos reflejos en otros sistemas craneo faciales.
Sólo existen algunos síntomas más o menos comunes como los ruidos al abrir y cerrar la boca similares al clip de los botones a presión, pero no siempre se manifiestan así.
Debido a esta compleja situación, es indispensable realizar un Estudio de Diagnóstico completo craneo facial con predominancia en la Articulación Temporomandibular.
Consiste en un profundo análisis integral de la región craneal, como también del estado clínico del paciente, observando tejido óseo, tejidos blandos, el disco articular, la relación del cóndilo con el oído, con la base de cráneo, con la estructura vertebral, el sistema neurológico, etc.
La exactitud del diagnóstico es una necesidad, no un objetivo y para satisfacerla, se piden diferentes tipos de estudios con ciertos protocolos que garantizan la integralidad y el menor margen de error.
Esto garantiza la exactitud del resultado y orientan al profesional en la Dirección correcta del tratamiento.
En mis más de 50 años de investigación, encontré en los tres
lugares mencionados, los protocolos que exige en cada item la Escuela Neurofisiológica que presido.
Este diagnóstico revela la interrelación e inferencia de las ATM con los demás sistemas.
Sin un Estudio de Diagnóstico profundo, personalizado, integral y funcional, el tratamiento puede no lograr el resultado esperado, frustrando las esperanzas del paciente en encontrar la solución.
Jorge Learreta